domingo, 8 de junio de 2014

PROMETEO Y EL ROBO DEL FUEGO (1/5): Dioses de la luz

DIOSES DE LA LUZ
 
El primer dios griego relacionado con la luz es Hiperión. En latín supongo que debería traducirse como “Superante”, el que está por encima. Esta superioridad establecida por los griegos es muy interesante, pues separa la luz de su concepción material y la lleva a una concepción estructural (de ahí que se asocie también la luz como aquello elevado en el pensamiento).
Helios, Selene y Eos son sus hijos, y representan las grandes luminarias celestes. Probablemente estas fueran las divinidades primeras, de las cuales luego se deduciría Hiperión. Pero, sabiamente, este nuevo dios se introduce como padre, y no como hijo.
El siguiente dios de la luz es Zeus, a través de su emblema: el rayo. Siendo el rayo, Zeus representa lo fulminante de la luz. Es una luz breve, instantánea y destructiva. La chispa divina. Un punto tangencial entre lo celestial (Hiperión) y lo terrenal.
Sus dos hijos, Apolo y Hefesto, terminan de desarrollar la disociación entre luz y fuego. En ambos casos se relaciona con la inteligencia. Apolo, la luz, es la razón, la verdad, la belleza y al mismo tiempo mantiene su papel fulminante, con sus dardos mortales. Hefesto, el fuego, está ligado a lo tecnológico, el saber práctico, lo maquinal, es feo pero sorprendentemente creativo.
Atenea, el intelecto práctico, la estrategia, parece derivar de una idea parecida a la de Hefesto; sin embargo los griegos hacen casar a Hefesto con Afrodita, su opuesto. Apolo es hijo de Zeus y Leto (=olvido, hija del titán Ceo =inteligencia y la titánide Febe =brillo; curioso hilvanado de conceptos este) y es padre de Esculapio, el médico. La luz está directamente asociada al saber de la muerte.
Falta una diosa más; Hestia, el calor del hogar. Hermana de Zeus, es la primera hija de Crono y Rea.

En este contexto divino, Prometeo roba el fuego a los dioses. Concretamente, el robo del fuego surge dentro de la disputa entre Zeus y Prometeo por el papel que debiera jugar el hombre con respecto a los dioses. Así pues, el mito de Prometeo es fundamental en el sentido de que marca la visión griega de la relación de lo divino y lo humano: ¿qué es el hombre en relación a los dioses?, ¿qué son los dioses con respecto al hombre?
El robo del fuego permite a los hombres el acceso a los valores “humanos” de la luz, marcados con los dioses olímpicos: Apolo, Hefesto, Hestia... No así al atributo de Zeus.

(Diciembre, 2011)

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