viernes, 13 de junio de 2014

Odiseo, 2 de Noviembre de 2009

Siempre dicen los mismos
inocentes terrores de la historia.
¿Y quién sabe ya el sentido
de sus actos viajando hacia el espejo?
En la calle los monstruos me sobornan de usted,
con violencia serpentean entonando
un lento Dorian Gray a la deriva.
No remaban atados los pecados del mundo.
Empujado ya tan solo quedo por
el incómodo cariño de los dioses.
Mi rostro y mis palabras han perdido
los argumentos que demuestran quién soy.
Mientras tanto, mi casa, mi trono, mi reino, siguen

gobernados por niños
y por borrachos.



(Homo viator, 20 de septiembre de 2010)

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