Leñosa búsqueda mi origen en el reino
donde fermenta la muerte, los pecados,
y la humedad esencia de mi padre.
Qué hiciste de mí, mi miedo;
qué hubiera hecho de mí el fuego de tu amor;
qué harán de mí los sueños de aquellos valientes,
los que aman, los que lanzan sin pudor
a la victoria su corazón y sus brazos.
Ahora me creerás inmóvil y culpable
cuando alzo impotente el veneno de mis hojas
hasta tus lejanos rayos, Dios, inalcanzable.
Pero es el mecánico aletear de los insectos
y el inquieto idioma de los pájaros
por donde tu perdón deja aún rezumar mi libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario