jueves, 24 de diciembre de 2015

Eco invisible, Narciso mudo

NARCISO NO IMAGINA A ECO

La tragedia es intermitente. La obsesión
está perforada por punzones de olvido,
está troceada en collages sin rumbo.
Cada trocito se imagina continuo,
no concibe el agujero, mucho menos
el corte. No se imagina ni único, sino
que cada fragmento es el mismo fluido
con la misma y tan importante imagen.
Él y el mundo son el mismo río sin risa
de la no conocida tragedia.
 


ECO NO ECUCHA A NARCISO

Quien habla balbucea los requiebros de un río.
Moriría por decir
que sus palabras son suyas.
Moriría por decir
que sus ideas son suyas.
Sentimientos sinceros y míos hasta la muerte.
Sensaciones sinceras y mías hasta la muerte.
Quien habla balbucea los requiebros de un río
y si se ahora no será culpa del agua:
será el aire que canta y se arrulla con celos. 


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