.....Dicen
de Hefesto, herrero de los dioses, que era feo y contrahecho; algo
difícil de creer por las razones que expondré más adelante. Antes
señalaremos que esta dificultad de fe es precisamente su rasgo de
fealdad más poderoso en una mente fría y racional como hay quien supone
al ser humano.
.....¿Cómo
puede ser feo uno de los pocos hijos legítimos de Zeus y Hera? (La
vieja polémica entre Homero y Hesíodo sobre la concepción de Hefesto
funciona como un lapsus de inverosimilitud que lo liga con Atenea y con
Prometeo. Hefesto y Atenea podrían ser el mismo dios. Hefesto y Prometeo
podrían ser los mismos; pero por el relato no lo son)
.....¿Cómo
puede ser feo el dios de la tecnología para la civilización más
tecnológica de la historia, esto es, la nuestra? No me digan que el
hierro es feo, que los bárbaros forjadores del hierro eran feos, o los
mineros deformes y contrahechos; no me valen esas excusas. Una
civilización siempre ama lo que la hace grande, es su ser, de los pocos
amores legítimos de su discurso.
.....Pero
no es esto lo que venía a contar. Lo que no se dice, pero se lo
desarrolla en otros cuentos medievales (estudien otros esta certera
vinculación), es que Hefesto no era feo; sino que se hacía pasar ante
los demás por sí mismo, cuando en realidad Hefesto era Ares. Hefesto y
Ares son el mismo. Que el hierro y el belicismo son hermanos es un
pleonasmo tan ridículo que no podríamos considerarlo así de obvio en los
griegos, que eran todos unos sofistas. Estos hombres quisieron que
todos los dioses se dejaran engañar, y pusieron al deseo sexual
(Afrodita) tranquilamente casado con su abominable esposo y
estúpidamente asociado con su encantador amante. Es obvio, ambos eran el
mismo.
.....Sólo
Helios sabía la verdad. La prueba de que este mito no es griego es
precisamente que sea Helios, y no Apolo, el que haya sobrevivido a la
nominación en este relato. O tal vez esta sea la prueba de lo esencial y
originalmente griego del mito.
.....Helios
pertenece a la primera generación; ¿qué pinta en esta fabulilla entre
dioses de segunda? Por otro lado, Afrodita, es también una diosa de
primera generación, y, como diosa del deseo sexual, no hubiera sido una
extraña consorte del sol, a lo Zeus y Hera. Helios es el heredero
directo de su padre Hiperión (Helios Hiperion Panopter): "El
que está por encima de todo concibe al que todo lo ve". Apolo es
precisamente lo complementario: Apolo es el iluminador, "el que hace
ver".
.....En
este relato, Helios viene por su capacidad para ver. El relato nos dice
que Helios ve el adulterio de Afrodita, cuando lo que denuncia el
relato es lo contrario: lo que Helios ve es que Afrodita ama realmente a
su esposo, su monstruosa creatividad es compartida en el herrero y la
diosa. El versátil goce de la guerra es prueba de ello. O los griegos o
sus lectores no comprendieron, como los dioses tampoco, estas
peculiaridades de la condición humana. Este relato es un curioso desliz.
.....Helios,
el que todo lo ve, viendo la no-diferencia entre Ares y Hefesto
(algunos podrían decir que Helios estoy siendo yo viendo y relatando...
¡Nimiedades!), lo que sucede realmente es que con este relato nos hace ver la diferencia.
Es decir, Hefesto no tendría por qué ser Ares, no tendría por qué ser
feo, ni Afrodita amar ese objeto de lo humano, sino otro.
.....Este
nuevo Helios denunciante (no ya vigilante) viene a cobrar forma en el
gallo (dejaremos sin comentar las frecuentes asociaciones fálicas del
gallo, cuyos envites son fácilmente asociables con la batalla sexual o
bélica).
–El gallo hace ver a los dioses la ausencia del sol (sin él ¿es que los dioses no se habrían dado cuenta?)
–El gallo hace ver el sol.
–El sol
hace ver el adulterio de Afrodita y la diferencia o no de Hefesto-Ares
(el sol hace ver al gallo; la visión se vuelve invocante).
–La invocación del gallo hace ver al sol (invoca la visión): hace que lo veamos, hace que el sol vea.
.....La denuncia de Helios obliga a Hefesto a hacer uso de su ingenio tecnológico para construir un efecto visual, cuyo resultado es el relato mismo
(una sutil red de plata casi invisible), que nosotros acogemos como si
fueran hechos, con la misma ingenuidad de los dioses (es importante que
Hefesto llama a los dioses -las diosas no fueron por pudor- para que
sean testigos y vean: que Afrodita le es infiel, o bien que Hefesto y
Ares son seres distintos, y que se rían del enfado de Hefesto y el
ridículo de los amantes; humor que irónicamente encierra una verdad:
Hefesto y Ares son el mismo).
.....¿Qué
implica aquí Hefesto como herrero? Sería algo un poco anecdótico (las
interpretaciones socio-históricas de la mitología son, en realidad,
anecdóticas) incluir este detalle aquí, si no fuera porque la palabra es
la herramienta principal del ser humano (instrumento, falo, arma). El
hombre construye con la palabra a hierro y fuego la beligerancia de su
deseo. La palabra lo esconde y la palabra lo denuncia. Es la palabra el
Hefesto multiforme. Es el gallo que canta. Y el sexo de dos caras que
oculta en los relatos su diferencia. El sol, antes de la palabra, el
marido verdadero que denuncia con su ausencia: es así que desaparece
como Helios y se presenta como Apolo, el soltero de oro.
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